domingo, 20 de octubre de 2013

LOS NEOPLATÓNICOS DEL OCCIDENTE LATINO

Apenas cabe hablar de una «escuela» neoplatónica en el Occidente latino. Hay, con
todo, un rasgo común a los pensadores que es costumbre clasificar como
«neoplatónicos del Occidente latino»: no predomina en ellos el aspecto especulativo del
neoplatonismo, sino que ocupa con mucho el primer plano el aspecto erudito. Con sus
traducciones de las obras griegas al latín y con sus comentarios a los escritos de
Platón y Aristóteles, así como a los de los filósofos latinos, estos autores contribuyeron
a expandir el estudio de la filosofía en el mundo romano y, al mismo tiempo,
tendieron un puente por el que el pensamiento de la Antigüedad se transmitió a la
Edad Media. Así, en la primera mitad del siglo 4 d. J. C., Calcidio (que probablemente
era o se hizo cristiano) compuso una traducción latina del Timeo de Platón y comentó
esta obra, al parecer ateniéndose al comentario de Posidonio (valiéndose quizá de
otros escritos intermedios). Esta traducción y su comentario fueron utilizadísimos en
la Edad Media16. En el mismo siglo 4, Mario Victorino, que se convirtió al cristianismo
en su vejez, tradujo al latín las Categorías y el De interpretatione de Aristóteles, la
Isagoge de Porfirio y otras obras neoplatónicas. Escribió también comentarios a los
Tópicos y al De inventione, y compuso además obras originales: De definitionibus y De
syllogismis hypotheticis. Como cristiano, compuso algunas obras teológicas, gran
parte de las cuales se conserva aún. (San Agustín fue influido por Mario Victorino.)
Puede citarse también a Vettius Agonius Praetextatus (muerto en 384), que tradujo la
paráfrasis de Temistio sobre los Analíticos de Aristóteles, y a Macrobio (quien parece
que se hizo cristiano en sus últimos años), autor de las Saturnalia y de un comentario
al Somnium Scipionis de Cicerón compuesto hacia el año 400. En este comentario
aparecen las teorías neoplatónicas de la emanación, y es probable que Macrobio
tuviera presente al redactarlo el comentario que del Timeo escribió Porfirio, quien a
su vez se había servido del de Posidonio17. Muy a comienzos del s. v, Marciano Capella
compuso su De nuptiis Mercurii et Philologiae (existente aún), que fue leidísimo
durante la Edad Media. (Lo comentó, entre otros, Remigio de Auxerre.) Esta obra, que
es una especie de enciclopedia, trata de las siete artes liberales, estando dedicados los
libros tercero al noveno a cada una de ellas respectivamente. Tal hecho tuvo
importancia para el Medioevo, que basó la educación de la juventud en las siete artes
liberales distribuidas en el Trivium y el Quadrivium.
Pero más importante que cualquiera de los autores que acabamos de mencionar es el
cristiano Boecio (c. 480-524/5 d. J. C.), que estudió en Atenas, ocupó altos cargos bajo
Teodorico, rey de los ostrogodos, y fue al fin ejecutado por traición tras un período de
encarcelamiento durante el cual compuso la famosa obra titulada De consolatione
Philosophiae. Ahora que, como es mejor tratar de la filosofía de Boecio a modo de
introducción a la filosofía medieval, me contentaré con mencionar aquí algunas de sus
obras:
Aunque Boecio se propuso traducir al latín y comentar todas las obras de Aristóteles
(De interpret., I, 2), no consiguió llevar a cabo su propósito. Vertió, no obstante, al
latín las Categorías, el De interpretatione, los Tópicos, los dos Analíticos y los
Argumentos sofísticos. Puede que tradujera otros escritos aristotélicos además del
Organon, según su plan inicial; pero no es seguro. Trasladó también al latín la
Isagoge de Porfirio, y la disputa sobre los universales, que tanto agitó a la Edad
Media, se originó a partir de algunas observaciones de Porfirio y Boecio.
Además de redactar un doble comentario a la Isagoge (sobre la traducción de Mario
Victorino), comentó también Boecio las Categorías, el De interpretatione, los Tópicos,
los Analíticos, probablemente los Argumentos sofísticos, y los Tópicos de Cicerón.
Aparte de estos comentarios, escribió tratados originales: Introductio ad categoricos
syllogismos, De categoricis syllogismis, De divisione, De topicis differentiis, De
consolatione Philosophiae, De institutione arithmetica, etc. Durante el último período
de su vida salieron de su pluma varios opúsculos teológicos.
Por su gran tarea de traductor y comentarista se le puede llamar a Boecio el principal
intermediario entre la Antigüedad y la Edad Media, «el último romano y el primer
escolástico», como se le ha calificado. «Hasta finales del siglo mi, fue él el principal
conducto por el que se transmitió a Occidente el aristotelismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario