viernes, 18 de octubre de 2013

LA DIALÉCTICA DE ZENÓN

Zenón es conocido como autor de varios argumentos ingeniosos inventados para
probar la imposibilidad del movimiento, tales como la aporía de Aquiles y la tortuga;
argumentos que acaso produzcan la impresión de que Zenón era poco más que un
inteligente expositor de paradojas, que se complacía en hacer trabajar su magín para
poner en aprietos a quienes fuesen menos agudos que él. Pero, en realidad, Zenón no
procuraba simplemente ostentar su ingenio —aunque, sin duda lo tenía y grande—
sino que sus propósitos eran más profundos. Para entender a Zenón y apreciar
debidamente sus enigmáticos problemas es esencial, por lo tanto, comprender las
particularidades de aquel propósito suyo, pues, si no, se corre el peligro de interpretar
de un modo totalmente equivocado su posición y su finalidad.
Zenón de Elea, nacido probablemente hacia 489 a. J. C., fue discípulo de Parménides,
y desde este ángulo de visión se ha de procurar entenderle. Sus argumentos no son
meros juegos de ingenio, sino que los ideó para demostrar las tesis de su maestro.
Parménides había combatido el pluralismo y había declarado que el cambio y el
movimiento son ilusorias apariencias. Como la pluralidad y el movimiento parecen
unos datos tan evidentes de nuestra experiencia sensible, esta atrevida posición no
podía menos de promover un tanto las risas. Zenón, convencido defensor de la teoría
de Parménides, se esfuerza por probar su verdad o, al menos, por demostrar que no es
en manera alguna ridícula: intenta hacer ver que el pluralismo de los pitagóricos
entraña insolubles dificultades, y que el cambio y el movimiento son imposibles aun
en su hipótesis pluralista. Los argumentos de Zenón tratan, pues, de refutar las tesis
de los oponentes pitagóricos de Parménides mediante una serie de hábiles reductiones
ad absurdum. Platón esclarece esto por completo en el Parménides al indicar el
propósito del libro (perdido) de Zenón. «La verdad es que estos escritos pretendían ser
una defensa de los argumentos de Parménides contra quienes le atacan y muestran
las muchas consecuencias ridículas y contradictorias que suponen se siguen de la
afirmación del Uno. Mi obra es una respuesta a los partidarios de lo múltiple y vuelve
con creces su propio ataque contra ellos mismos, con miras a demostrar que la
hipótesis de lo múltiple, si se la examina con suficiente detención, lleva a unos
resultados bastante más ridículos que la hipótesis del Uno.»1 Y Proclo nos informa de
que «Zenón compuso cuarenta pruebas para demostrar que el Ser es Uno, pensando
que convenía salir en ayuda de su maestro.»2

1 comentario:

  1. Muchas gracias!! por aclarar las inquietudes que tenemos de los filósofos de la antiguedad. Nora

    ResponderEliminar