domingo, 20 de octubre de 2013

La historia de la filosofía

Si las tareas de precisar “cuáles son los problema filosóficos” y “qué es la
filosofía” se consideraran difíciles y casi imposibles, definir la historia de
la filosofía implicaría una dificultad aún mayor.
Si recordamos lo ya dicho acerca de la variedad de concepciones del
objeto de la filosofía y de los problemas filosóficos, fácil será darnos cuenta
de que la historia de la filosofía es totalmente diferente de la historia
de cualquiera otra ciencia. En este último caso, lo que hace la historia es
seguir la evolución de los conocimientos sobre una materia, en un campo
bien determinado, y exponerla de manera que sea comprensible el avance
de dichos conocimientos, no obstante las variaciones y los contratiempos
que se hayan presentado.
En el caso de la filosofía, su historia tiene que ser muy diferente. El
hecho de que a través del tiempo no haya habido un objeto común de
investigación, imposibilita que su historia nos presente una evolución
progresiva que se vaya aproximando a soluciones cada vez más explicativas
de la realidad.
Sin embargo, tomando como base el doble objetivo que, creemos,
unifica a las diferentes concepciones de la filosofía, es posible concebir
una historia de esta disciplina, porque entonces su tarea consistirá en
dilucidar cómo la humanidad ha ido expresando conceptualmente, cada
vez con mayor claridad y más amplitud, su manera de comprender el
mundo y valorar la vida.
En opinión de algunos filósofos —Hegel, por ejemplo—, la historia
de la filosofía o historia de las doctrinas filosóficas es en sí filosofía; por
consiguiente, debe considerarse una disciplina filosófica.

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